Las noches de locura, que son muchas, pasan factura...
Me resulta imposible salir en una ciudad tan pequeña sin conocer a nadie, pero esta noche la invasión guiri-erasmus me ha pillado completamente de sorpresa.
Un rubio me tiraba los trastos y yo me defendí como buenamente pude. Bea, bea, bea... xD
Resulta divertido verlos; rojos, como un tomate, flipando con la movida que hay, todos rubitos, ellos... Y además, parecen todos tan frágiles...
Mañana me voy de viaje a Porto, con Bea. Aprovechemos el fin de semana, que el curso empieza...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario