sábado, 12 de abril de 2008

11 de Abril...

Mi madre, su útero o un feto del Yo que vendría después decidió que las contracciones deberían empezar a las doce de la mañana de un 11 de Abril lluvioso.

Aries me dijo que si quería ser como él, y yo le susurré, en pensamientos, que sí.

Y, buscando la luz al final del tunel, encontré un hospital y un cachete en mi culo virgen.

Una partida de nacimiento en el registro civil decidió que yo, a partir de entonces, sería un español llamado Roberto, y un cura lo corroboraría.

Un colegio grande y bien pagado me enseñaría a escribir, y un cura me aprobaría hasta cuarto de la E.S.O, y un público me haría repetir una asignatura del bachillerato.

Conocería un ambicioso mundo de lujuria y perdición. Me enamoraría y lloraría. Festejaría y me aburriría. E, incluso, llegaría a estar donde nunca pensé... y me gustaría.

He conocido tan poco de lo que hay por conocer...

...que dos décadas son poco.


Gracias a la panda del Cheeder por tan agradable fiesta barbacoa, y a tí, por lo suaves que son tus sábanas.

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